La Consulta Diaria - leyendas de la Pasantía

He estudiado por años para esto, para esto me preparé, es uno de mis objetivos y es el día a día de un médico. La consulta, ese momento en que el paciente confronta al médico y expresa su sentir, mientras atentamente el medico interpreta cada palabra que le es dicha mientras intenta generar un lazo de confianza con el paciente con el fin de indagar más a fondo, conocer el pasado inmediato del paciente y más allá, que el paciente recuerde aquellos ínfimos detalles que no son de gran relevancia para su vida, pero para el médico son esenciales para descartar o pensar en otras causas del mal actual.
Así es la consulta ideal, así se supone que sea, pero la realidad institucional es otra, la demanda de consulta es tal que nos vemos obligados a concederle únicamente 20 minutos a cada paciente y hacer que la magia suceda en esos 20 minutos. Presentarnos amablemente y darles la bienvenida, interrogarlos para obtener la información básica y mientras indagas en el pasado de cada paciente transmitirle confianza, mantener el ambiente tranquilo y cómodo para el paciente, a pesar de todo el movimiento alrededor de los otros pacientes pesándose y midiéndose, la plática y ruidos de afuera. Esa es magia.
Pero la verdadera magia sucede cuando tienes que dar más de 30 consultas por día, hacer lo más posible con los minutos, sacrificar algunos minutos con pacientes crónicos y aprovecharlos a cambio con los pacientes con padecimientos delicados, tener siempre una sonrisa agradable y un saludo cordial y honesto, ocultar el cansancio, estrés, sed y hambre, todo con tal de atender a todas las personas como se debe, no desperdiciar el tiempo, ser eficiente en medida de lo posible.
No es fácil dar consulta, cada persona tiene un trasfondo diferente, educación, costumbres, creencias, paradigmas. Hay que conocerlos en unos momentos, identificarlos, abordarlos de la mejor manera para hacer de la consulta una experiencia agradable y que salgan satisfechos, con ganas de regresar, con un poco más del conocimiento que tenían antes de entrar, conscientes de que los medicamentos que se indican o no serán los adecuados para ellos y convencidos de tomarlos en tiempo y forma a pesar de lo que otras personas les puedan comentar después.
La consulta es al medico como los juicios a los licenciados, como un terreno baldío al arquitecto, como el bosque al agrónomo y una página en blanco al escritor. es nuestro campo de acción y no un campo de batalla como algunos lo perciben, no debemos dar la consulta para confrontar al paciente sino para iluminarlo, educarlo, despejar toda duda y encaminarlo a la recuperación de la salud... A la recuperación de la salud? pero si el modelo de consulta de IMSS-Oportunidades es de medicina preventiva! ...Pero esa es otra leyenda de la pasantía, para otro momento.

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