Vacanze capitolo due - Cuentos del infiernado
Sali casi corríendo de Coatzacoalcos hacia mi viaje más largo, solo son 10 días pero prometen ser grandiosos. Me voy a Italia, será mi primera vez de muchas cosas, primera vez en avión, primera vez en hacer cambio de moneda, primera vez en usar mi pasaporte, primera vez en transbordar de avión, primera vez en Europa, mi primera vez en Italia! ...y ya tire mi moneda de espaldas a la fuente de trevi para que no sea la última, pero no me adelanto.
Desde coatza salí de mi casa con mi mochila colgada sin saber exactamente que o como, no se exactamente donde está o como se ve el aeropuerto, mucho menos cual era el autobús que me llevaría, solo sabia que era uno de los que van a Mina. No necesitaba más que caminar con confianza y preguntar al conductor. Que tan difícil puede ser ubicar un aeropuerto a media carretera? Pues no tanto, unos 45 minutos de recorrido y presto! Estaba entrando al aeropuerto.
El aeropuerto parecía fuera de lugar, en medio del campo, sin movimiento, como deshabitado pero inesperadamente pulcro, entré y solamente un par de personas en la taquillera para hacer el check-in, un barrendero en el fondo, culpable de tal brillo y limpieza, un restaurante sin clientela y unas bancas con un par de personas. Era un lugar con cierto porte, con aires de finura, pero no eran los de un aeropuerto como tal. Conforme se acercaba a hora de abordar fue llegando la gente, no parecíamos muchos, cerca de 50 pero no más. Abordamos y desplegamos, con una increíble sensación de velocidad, el sonido de los motores, el paisaje que se tornaba borroso a través de la ventana, las vibraciones y de pronto la súbita elevación del modesto avión, un "hembra", como si se tratase de una montaña rusa, subió, subió y subió, podía ver los árboles hacerse pequeños, el horizonte abrirse ante mis ojos, la playa, el mar... el mar? Creí que íbamos a otro lugar o en dirección equivocada, hasta que comenzó a inclinarse el avión hacia un lado y dar vuelta para corregir el curso. Sensaciones únicas, increíbles, volar es lo mas emocionante, debe ser por que te aventuras en el cielo y sientes el aire, sabes que te estas metiendo a un lugar donde no deberías estar, donde la evolución no te ha provisto de las herramientas para ir, pero el ingenio humano si, es romper una de tantas barreras, una barrera tan sutil como atravesar una nube pero tan peligrosa como caer al suelo por la fuerza de gravedad y SPLAT! Terminar como una mancha más en el suelo.
Un pequeño vuelo para una pequeña nave, lo que a pesar de todo no le resta emoción, de hecho creo que fue el vuelo que más disfruté, pude experimentar mejor la sensación de volar....
De la experiencia de transbordador en el aeropuerto de la ciudad de México no puedo mas que decir que es una experiencia similar a la de viajar en el metro de esa ciudad. El ambiente se siente tan 60-70's, increíble! Y de París, no se ni que pensar, el lugar es un monstruo y la gente es un poco amm... Seca... Postergué está entrada durante mucho tiempo, les dejo hasta aquí y les debo la experiencia que fue italia, no prometo nada. Creo.
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