La vita e Bella - Cuentos del infiernado

Ahh Europa, el viejo continente, tan lleno de historia y sin embargo tan adelantado... aunque recientemente en medio de una crisis, que a decir verdad no se ve tan critica.
Llegar a París y solamente tocar por un momento su aeropuerto, recorrer esos pasillos casi infinitos y laberínticos a toda marcha, con mochila al hombro y claro, con todos los documentos a la mano, una horda de turistas tratando de pasar por cada check-point y llegar a tiempo para abordar... así es el Charles De Gaulle, un tremendo aeropuerto que se ha distinguido por un par de años por ser el más lento en procesar a sus usuarios al transbordar o abordar. En medio de tanta gente brillas por ser latino, eres diferente, simplemente diferente, casi se puede ver un "Se habla español" en la cara de cada latino. Lleno de nervios por hacer algo nunca antes hecho pero feliz y emocionado por el viaje paso por los check-points haciendo caso del mito, quizás, de que los franceses ODIAN el inglés, así que bien hago uso del poco italiano y del español para darme a entender, sorprendentemente no fue tan difícil como esperaba.
Listo, en sala de espera, pero ohh maldito vicio, tengo que esperar algo de tiempo y me dan ganas de un cigarro, que bien que existen esas cabinas para fumadores! jaja, nada como la sensación de ser una especie en decadencia exhibida en ese cubo de cristal en que te ves confinado por disfrutar de un tabaco. Interesante ver ese gran cenicero en medio lleno de colillas de cigarro tan diferentes, tantas marcas, tantos fumadores... tanto dinero, tanto cáncer... ohh bien, a fumarse un segundo, por que no?
Finalmente a volar a Italia, para llegar a Roma y de ahí a disfrutar de la ciudad, viajar por la gran bota en tren, estoy tan cerca pero tan lejos, cada vez se habla menos inglés, menos español y más y más italiano (aunque he de reconocer que la mayoría de los italianos entienden bien el español).
Luego de un pequeño vuelo ya me encuentro en Italia, en el fabuloso aeropuerto Leonardo Da Vinci, mejor conocido como Roma-Fiumicino que se encuentra a solo unos kilómetros de Roma, por lo que hace falta solamente tomar un tren para llegar.
De Roma no puedo decir nada mas que WOW!, es enorme pero a la vez pequeño, pudimos recorrer los principales monumentos en una sola noche y a pie, la ciudad tiene una sensación cosmopolita increíble, sin perder ese calor que te dice: Bienvenido! quédate aquí con nosotros, la ciudad es hermosa!.
El coliseo, la fontana di Trevi, el Vaticano, La boca della veritá, tantos monumentos, tantos lugares tan solo dentro de la ciudad. Evidentemente no basta un par de días para disfrutar de todos, sin embargo está bien no haberlo visto todo, me da el pretexto perfecto para volver. Y no solamente Roma se trata de esos lugares viejo, Roma es comida, música, gente, ohh esa sensación de pertenencia que tan facilmente me ha evocado la ciudad, lo Gudini se engrandece con Roma, me siento en casa, sin ganas de irme, quizás sea buena oportunidad para dejarlo todo, adiós a Coatza, adiós al internado, adiós a México y Ciao Italia!
(Evidentemente no pude quedarme... pero queda ese pendiente, volveré!)
Luego de Roma el viaje continúa, es hora de tomar un tren FrecciaRossa y viajar al norte, a Venezia, disfrutar de sus canales y museos...

Si quieren ver más fotos de Roma, comida y el Vaticano vayan a mi G+: A Roma! S.P.Q.R.